Una historia de pasión y amor!

Es solo cuando te reúnes con Franck Tehaamatai, el dueño de Tahiti Pearl Market, que entiendes su verdadero valor por la belleza. Al crecer como el segundo hijo de cuatro niños, estaba muy joven admirando la belleza de su madre, una hermosa mujer tahitiana con un cabello increíble y un verdadero símbolo de la belleza femenina. Ella era una mujer trabajadora que ayudaba a su padre con su negocio. Su madre tuvo una gran influencia en su crianza.

 

Se convirtió en un joven empresario a la edad de 23 cuando comenzó su negocio de importación vendiendo bicicletas y neumáticos, y luego se convirtió en un concesionario de automóviles que representaba marcas como Volvo y Kia. Fue en 1994 que comenzó en el negocio de la cría de perlas y poco después recibió una mala noticia cuando a su madre le diagnosticaron cáncer de mama. Sabiendo durante mucho tiempo que su madre amaba las perlas de Tahití y siempre quiso poseer una; como granjero de perlas fue una gran satisfacción y sensación de calidez, el día en que le dio a su madre una hebra de perlas tahitiana que cosechó en sus propias granjas. Al ver el sentimiento de alegría, orgullo y amor en el rostro de su madre, desde ese momento, Franck supo que estas son las emociones que toda mujer merece tener. Desde este momento en adelante, se embarcó en una misión personal que "Cada mujer merece perlas de Tahití".